Estamos en tiempo de ayuno y abstinencia
Dentro de unos días comienza la semana santa de la Iglesia Católica y en ella se revive el mandamiento y tradición del ayuno y abstinencia. Muchos jóvenes se preguntarán qué es eso pero los que ya no andamos a cuatro patas pero estamos cerca de andar a tres lo sabemos muy bien y recordamos los tiempos en que nuestras madres iban a la parroquia a adquirir (¿comprar?) la "bula" que permitía mitigar la dureza, relativa, de esos mandatos.
La verdad es que a mi edad el ayuno no es exigible y la abstinencia me parece un anacronismo sin ningún sentido; lo tendría hace muchos años, cuando el manjar importante (a partir de cierto nivel económico) era la carne, y su abstinencia un día supondría un sacrificio, pero hoy esa abstinencia la hacemos todos de forma natural muchos días, en mi caso la mayoría, y puesto a sacrificarme lo haría eliminando una deliciosa lubina no una pechuga de pollo congelado.
Algunos argumentan que, a pesar de todo, el ayuno y la abstinencia los deben cumplir los católicos por tradición y obediencia a la Iglesia. Creo que las tradiciones se deben seguir cuando son buenas o, al menos racionales actualmente, y la obediencia puede soslayarse con una objeción de conciencia o simplemente con un ejercicio de responsabilidad cuando el mandato no tiene base racional.
Nunca se me habría ocurrido esribir este post, pero hoy lo hago motivado al hojear un libro curioso "Ayunos y abstinencias" de I.Doménech y F.Martí, publicado en 1914 en Madrid, con licencia eclesiástica, que mi compañero Fernando Villanueva (Apicius) en la asociación Blogeu, ha incluído en uno de sus magníficos blogs "Sección de libros antiguos". Antes de mostrar recetas aptas para la cuaresma, los autores resumen las normas eclesiásticas, el calendario de días sujetos a norma (en aquellas fechas), datos históricos y costumbres relacionadas con este tema.
Comienza el libro con un ejercicio de racionalidad aportando estas dos citas, impecables:
*San Pablo: " ora comáis, ora bebáis... hacedlo todo por la gloria de Dios".
*San Felipe de Neri: " comer bien y ser santo"
Luego incluye una frase que no tiene desperdicio: "El ayuno ó la abstinencia (usados aquí sin distinción) empezó en el Paraíso terrenal con la privación del fruto prohibido, y lo han practicado todos los pueblos, así judíos como gentiles, así cristianos como herejes."
Tampoco está mal la siguiente: "Que el ayuno libra de pecados, preserva de enfermedades y favorece á la salud, pues muchos anacoretas consiguieron una longevidad muy respetable."
Hay muchas más frases de este talante, que no voy a repetir. En el aspecto culinario he elegido estas recetas, entre un total de un centenar largo, que tienen buena pinta y que pueden ayudarte a sobrellevar la dureza del ayuno y la abstinencia.
- Ostras a la Andaluza
- Filetes de mero á la Arlesiana
- Merluza á la Marinesca
- Lubina con salsa de Marineros
- Besugo asado al limón
- Langostinos salsa florida
- Medallones de langosta a la Anita Rolla
- Langosta a la americana
Muy buen articulo amigo Juan.
ResponderEliminarSi quierpringo más sobre el tema vaya a este enlace http://apiciusysuslibros.blogspot.com.es/2011/03/la-salsa-del-padre-guzman.html donde podrá leer lo que escribió en su día el critico gastronómico Xavier Domingo.
El menú completo lo puede leer en la pagina 130 del libro que cita, se lo puede bajar o abrir para leerlo "on line" de mi blog Libros antiguos.