Oteando desde Getxo

Oteando desde Getxo
El Abra, Getxo, Las Arenas

Bilbao, Buque, Construcción Naval, Varios, Secot

Aeropuerto agua AINE Aixerrota ajedrez Albarracín alcohol Algorta Alhóndiga amigos aniversario Colegio Aragón arqueo arte astillero Atapuerca Ateneo Colegio Economistas Averías ayuno Bach Bancos BEC Bermeo Bilbao biografía Bizkaia Blas de Lezo blog Blogeu Botadura buque buque para discapacitados Buques escuela calculator calidad Cámara de Comercio canal Churruca COIN conducir construción Naval Costeros Covarrubias Crisis económica Cruceros Cuaresma cultura Derechos Humanos DNV Donosti draga Economía Educación El Prado Emprendedores empresa energía eólica envejecimiento Erandio Euskadi Fall Pipe Feria Santo Tomás Ferrol Ferry física fotografía Fragata Frías Gabarra gastronomía Getaria Getxo Gobierno Vasco Google gratis Guggenheim Hermitage Historia Huesca I+D+i Idioma Iglesia IMO Industria Ingeniería naval Innobasque innovación Internet Iñaki Azkuna javascript Juegos Kutxa La Naval La Rioja Lan-Ekintza Laredo Las Arenas lastre Leeds Lekeitio León Lerma Maquetas navales Marino marketing math Medina Microsoft Mujer multimedia museo Museo MRB música Nagusi Navarra Navegación Navidad naviera New York Obispo Oliver online Oña Palencia Pamplona Papa Francisco petrolero pintura portacontenedor portaviones Portugalete Poza de la sal Procrastinación ProgramasDOS Progrmación Promoción 1959 Psicología puente colgante RAC Refranes Ría de Bilbao RINA Rincones de Getxo ruidos Salve marinera Santimamiñe SarcMark Sarobe Secot Segovia Sestao Silos sociedad Sociedades de Clasificación solidaridad surf tamborrada Titanic tradiciones turismo Unión Europea UPV/EHU Varios velero vibraciones video Vino Vitoria Vizcaya voluntariado Web 2.0 X-bow Zamora Zamudio Zaragoza Zenarruza Zizurkil

miércoles, agosto 08, 2018

No dejes para mañana...


Procrastinar o no procrastinar 

Desde que me enteré del significado de la palabra procrastinar ("diferir, aplazar" según la  Real Academia de la Lengua  Española)  tengo que reconocer que me ha preocupado no la palabra sino el concepto que encierra, es decir ser víctima de ese defecto o fallo humano que se denomina procrastinar. 

En la Wikipedia hay un amplio artículo sobre este tema cuyo primer párrafo es el siguiente: La procrastinación (del latín procrastinare: pro, adelante, y crastinus, 
referente al futuro),​ postergación o posposición es la acción o hábito de retrasar 
actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras
 situaciones más irrelevantes o agradables.

Cuando yo era más joven y estaba  en activo no solía tener realmente problemas de procrastinación, pero al jubilarme y no estar sujeto a obligaciones  laborales concretas, encuentro ciertamente dificultades para evitar esta actitud. Creo que la razón es clara; cuando estás sujeto a una disciplina de tareas a realizar dentro de unos plazos no te queda tiempo para distracciones alternativas, pues tus responsabilidades  te llevan directamente a la tarea. En cambio, cuando tú eres tu propio jefe es fácil encontrar excusas u olvidos voluntarios para dedicar tu tiempo a temas más agradables, descansados o divertidos.
                                                            
(Foto cortesía de Wikipedia Commons)

A lo largo del tiempo he visto que éste es un problema bastante extendido y como consecuencia en Internet se pueden encontrar muchos artículos, métodos e incluso cursos para superar la procrastinación. He leído bastante sobre el tema aunque no he llegado a realizar un curso de superación, por lo que el tema lo sigo teniendo en una especie de “wait and see”.

Acabo de leer en Internet un interesante artículo de  MARIÁNGELES GARCÍA  titulado  “Procrastinar mejora la creatividad” y publicado en el sitio Yorobuku (https://www.yorokobu.es/procastinar/),  que inmediatamente he leído y cuyo contenido me ha parecido muy interesante y razonable, por lo que he decidido resumir las ideas más interesantes que quizá puedan ayudar también a otras personas que se encuentren en esta tesitura.

Dice la citada autora:

1-       Y para el psicólogo Tim Pychlyl, de la Universidad de Carleton en Canadá, estamos ante un problema muy serio, porque no se trata solo de retrasar algo para abordarlo mejor un poco más tarde (o sea, una cuestión de manejo de tiempo), sino de la incapacidad de controlar nuestras emociones e impulsos.
2-       …esto de dejar para mañana lo que debes hacer hoy puede generar incluso problemas físicos y mentales como ansiedad, depresión y culpa.
3-       El procrastinador empedernido y confeso, emplea un truco para evitar caer en el vicio del "pa luego" que amenaza la productividad: “el trato de los cinco minutos”, dedicarle cinco minutos y luego pasar a otra cosa.
4-       Otros sugieren dividir la tarea en partes y plazos más manejables o imaginarse a uno mismo si fracasa en la labor encomendada.

(Aquí  quisiera señalar mi discrepancia con el punto 3 anterior, que ya conocía hace tiempo en versión de 3 minutos, pues empleo este truco a menudo y con buenos resultados.)

Continúa la autora Mariángeles con la parte más interesante:

5-  ¿es tan malo procrastinar como opinan algunos expertos? A la luz de otras investigaciones, no solo no es perjudicial, sino que incluso puede ser mucho más beneficioso para nuestra productividad y creatividad. Al tomarse su tiempo para realizar una labor se favorece el pensamiento divergente.
6-  …hacer las cosas inmediatamente después de ser ordenadas o encargadas, hace que acabemos antes el trabajo … pero, …las primeras ideas son, por lo general, las más convencionales.
7-       Adam Grant, psicólogo y autor de la universidad de pensilvania dijo  que   “...en cada proyecto creativo hay momentos que requieren pensar más lateralmente y más lentamente. Terminar las cosas antes es una manera de bloquear los pensamientos complejos que me dirigían a lugares insospechados. Estaba evitando el dolor del pensamiento divergente… pero también me estaba perdiendo sus recompensas.”

Resumen
Creo que una postura razonable ante el tema de procrastinación es adoptar un punto intermedio. No esperar “sine díe” como si alguien nos fuera a hacer nuestro trabajo pero tampoco sufrir si de vez en cuando nos apetece dejar la tarea y hacer otras cosas o pensar en otros temas más livianos o divertidos, o por estrategia de procedimiento. Y cuando se presente la necesidad de no demorar más la tarea acordarnos de la regla de los tres+- minutos que creo que es muy buena.                              

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si lo desea puede dejar un comentario