El Hermitage en El Prado
No es fácil contemplar a la vez dos colosos de la pintura como son los museos de El Prado y el Hermitage y esto ha sido posible, es un decir, en la exposición actualmente abierta al público en El Prado con un conjunto de unas 170 obras de arte procedentes del Hermitage, en una exposición que responde a la realizada hace unos meses en San Petersburgo con obras de El Prado, dentro de la celebración del Año Dual España-Rusia 2011, incluyendo valiosas piezas de arqueología como el oro de Siberia, hasta artes decorativas de Europa, como las joyas de la casa Fabergé y en Bellas Artes, desde las pinturas y esculturas de Tiziano y Bernini hasta el siglo XX con Picasso y Kandinsky.
Hermitage El Prado
El Hermitage fue comenzado por Pedro I el Grande, el zar que fundó la ciudad de San Petersburgo , y posteriormente ampliado por sus sucesores hasta la Revolución de 1917. Especialmente importantes para su desarrollo fueron Catalina II la Grande y su nieto Nicolás I, que añadió el Nuevo Hermitage. Sus fondos, que fueron nacionalizados tras la Revolución de 1917, provienen en su mayoría, de las colecciones de estos tres zares, cuyos retratos abren la exposición actual en el Prado, y son como tres iconos de la gran pintura del Hermitage. Sin embargo, de todos los cuadros expuestos, quizá el que más me llamó la atención fue el titulado "Tañedor de laud", de Caravaggio, de una perfección y realismo, tanto en dibujo como en color, realmente impresionantes, y cuya copia escaneada adjunto.
Aunque el núcleo de la exposición era la pintura también se exhiben unas colecciones muy notables de piezas de orfebrería de oro y piedras preciosas obtenidas en excavaciones arqueológicas a partir del siglo XVIII, y expuestas aquí en un ámbito especial. El conjunto está formado por las armas y adornos de oro de los nómadas escitas de Eurasia (siglos V al III a. C), de la Colección Siberiana de Pedro I y por joyas escitas realizadas por orfebres griegos que fueron halladas en cámaras funerarias de la costa del mar Negro, de las que adjunto un broche de cinturón .
En dos ocasiones anteriores he podido visitar El Hermitage en San Petersburgo, en circunstancias muy distintas y con resultados dispares. La primera vez, durante un viaje de trabajo, nuestros anfitriones nos organizaron una visita, en pleno mes de diciembre, todo nevado, sin prácticamente visitantes, con una guía exclusiva, que me dejó una impresión inolvidable. En cambio la segunda visita, en un mes de Junio, con montones de visitantes de tipo cruceristas, que nos disputábamos cada rincón de espacio cercano a cada cuadro notable, me dejó un sabor amargo y la convicción de que la contemplación del arte necesita un entorno adecuado para que no degenere en una frustrante actividad.
Tuve la oportunidad de visitar esta exposición "El Hermitage en El Prado" el pasado 2 de Diciembre, dentro de los pequeños pero cordiales actos organizados para celebrar el 52 aniversario de la promoción de 1959 de los ingenieros navales. Nos reunimos 13 personas entre los compañeros y esposas y pudimos contemplar el combinado Hermitage - El Prado dentro de un ambiente acogedor, con bastantes visitantes pero sin agobios.
Aunque no tiene objeto hacer comparaciones, un técnico de el Prado nos explicó que actualmente este museo tiene unas 8.000 obras de arte, de las que unas 3.000 están expuesta al público y el resto están almacenadas. El Hermitage tiene un total de 3 millones de obras, pero no se cuántas expuestas.
Después tuvimos tiempo para ir paseando lentamente hasta el restaurante Casa Lucio, recordando (¿y quizá añorando ?) los lejanos años de nuestra juventud de estudiantes y despidiéndonos hasta la próxima oportunidad de encuentro.
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