Un día en Segovia: Alcázar y Catedral

El Servicio de Mayores del COIN organizó una excursión a Segovia, desde Madrid, el pasado 1 de Diciembre, siguiendo su habitual programa de visitas turísticas y culturales para sus asociados, cónyuges y viud@s. 

En esta ocasión, en la que participamos Margarita y yo, la iniciativa fue secundada por 100 personas, que tuvimos ocasión de pasar un día muy agradable, reencontrándonos con antiguos compañeros y amigos en un ambiente de camaradería y alguna nostalgia, y disfrutando de una visita siempre interesante a esa joya histórica que es la ciudad de Segovia y acompañados por un excelente tiempo.

Después del viaje en bus desde la Plaza de Lima, en Madrid, estiramos las piernas con un paseito desde el aparcamiento hasta el Alcázar, que visitamos con bastante detenimiento, en dos grupos con sendas guías, que nos explicaron hechos y datos de la historia relativa a ese castillo - residencia de reyes, donde, por ejemplo, se casó en cuartas nupcias el rey Felipe II.

Margarita me dijo que ya habíamos visitado el Alcázar unos 30 años antes, pero yo no me acordaba de nada, así que para mí fue como una primera visita. Tuve esa suerte, pues me suele resultar bastante desagradable ver un buen monumento en visitas posteriores y recordar la primera como más atractiva, quizá por aquello de "cualquiera tiempo pasado...".

Terminada esta visita nos dirigimos andando a la Catedral (otro buen paseito, este para abrir el apetito) que vimos con cierta prisa, por lo avanzado de la hora, pero que fue interesante, aunque es una catedral ya visitada repetidamente, de la que siempre me impresiona su altura, que no se aprecia desde fuera, y sobriedad.

Nuevo paseo y almuerzo en el restaurante La Floresta, muy bien dotado, donde disfrutamos una clásica comida castellana, con cochinillo incluido, hasta con su tradicional troceado a golpe de plato y su ritual rotura final.

De mi promoción estuvimos Félix Alonso / Paloma, Luis Arias, José Mª Lossada / Pilar y Margarita y yo. Pocos, pero al día siguiente proseguimos nuestro contacto con varios compañeros más en Madrid.

Agradezco al Servicio de Mayores su organización y ayuda y especialmente a sus directivos Jesús Sáenz de Santa María y José Luis Molina López, que además de ocuparse de todo nos trataron como buenos anfitriones y fueron responsables de que pasáramos un día muy agradable.